Si bien muchas veces se tiende a confundirlos, no es lo mismo tántrico que erótico. En el masaje tántrico no hay intención, que no sea la de conectar con el corazón y el amor incondicional, evitando que durante la sesión interfieran los propios juicios, moral, creencias, como así también el ego de quién está proporcionando el masaje. Busca expandir la conciencia, promover la conexión emocional y espiritual, y canalizar la energía sexual para alcanzar un estado de éxtasis y bienestar integral. Aunque también puede incluir la estimulación de los genitales, su propósito es más amplio. No hay una intención específica, como es sanar o excitar. El toque es consciente y vacío de intención, y junto a la respiración y la canalización de la energía sexual, hacen que el masaje se transforme en tántrico, buscando una conexión más profunda.

En el masaje erótico, el objetivo principal es el placer físico y sexual, buscando la excitación y el orgasmo. Se centra en la estimulación de los genitales y el disfrute inmediato. Se busca la excitación a través del contacto con las manos en Yoni (genitales femeninos) o Lingam (genitales masculinos). la presencia o no del orgasmo no cambia que el carácter del masaje sea erótico.

La actitud en el masaje tántrico es amorosa, y de aceptación y amor incondicional, considerando al receptor como un ser digno de amor y respeto, de devoción y de honra a quién tenemos delante.

El masaje erótico se enfoca en la sensualidad y el placer sexual, con una actitud más sexual que amorosa.

Son distintos masajes que se dirigen a diferentes personas según cual sea su camino espiritual o personal.

Hay grandes diferencias entre una masajista tántrica y una masajista erótica, fundamentalmente en el nivel de conexión energética y consciencia a la hora de dar ambos masajes. Con esto no queremos decir que el masaje tántrico sea mejor ni peor que el erótico, esto no se puede juzgar, esa valoración está dada fundamentalmente por el condicionamiento de la religión y la sociedad en nuestra forma de ver y entender.

En resumen, mientras el masaje erótico se centra en el placer físico y sexual, el masaje tántrico busca una experiencia más holística, que combina el placer con la conexión emocional y espiritual, va más allá de un simple masaje, provoca una conexión, una alquimia mística de dos almas que se retroalimentan, para fundirse en el amor, en la existencia perfecta entre conciencia y energía.

En el masaje erótico el placer es el fin, en el masaje tántrico el placer es el camino.